Pundonor, casta, entrega, gol: Gonzalo Higuaín es sinónimo de madridismo
Nuevamente tenemos que empezar un artículo hablando del hombre del momento: el Pipita Higuaín. El argentino volvió a sacar de un aprieto a un Real Madrid desidioso en el comienzo, sin motivación, que se fue al descanso con un 0-0 en el electrónico y con una mala imagen, algo aún más preocupante. Poco tardaron los del Canal+, con Carlos 'pelopincho' Martinez, en intentar meterle el miedo al madridismo con sus comentarios tendenciosos, corporativistas y apocalípticos. El Betis contó con numerosas ocasiones en la primera parte, sino más que el Real Madrid, que a pesar de estar cerca de romper las tablas, no hizo mucho para merecerlo.
La charla de Mourinho en el entretiempo habrá sido energética, quizás con alguna que otra lata de Red Bull con gusto a frutos rojos estrellada contra alguna pared o jugador blanco, porque sus pupilos salieron con las pilas puestas para el segundo round, para desgracia de Diego Torres y sus amigos, el nefasto séquito de rapsoda Valdano. Tanto así que a los 40 segundos de la reanudación, Marcelo mete una rosca perfecta para la carrera de Cristiano Ronaldo, que a su vez cede a un Pipita Higuaín que entraba por el segundo palo para que simplemente tenga que empujarlo. Un cambio de actitud radical de los blancos, que cogió a los béticos aún con la cabeza en los vestuarios. A partir de ahí, se repitió la misma historia que venimos viendo desde el comienzo de temporada: el Real Madrid con espacios en el frente de ataque es una apisonadora que machaca a sus rivales. Si da el primer golpe, despacha a sus rivales con abultadas goleadas. Y si a este cóctel molotov le sumamos el sublime estado de forma de Gonzalo Higuaín, el festín está servido: el Pipita es, muy posiblemente, el jugador más picante del mundo en estos momento, con TRES hat-tricks en las últimas semanas, nueve goles en los últimos cuatro partidos. Unos números mastodónicos. Los goles de ayer fueron variopintos. El primero, de goleador nato, empujando el balón al fondo de las redes con facilidad, pero con el mérito de haber podido seguir la jugada de un jugador como CR7, que juega dos velocidades por encima del resto del planeta fútbol. Esta diana demuestra que el argentino vuelve a estar fino físicamente y es, posiblemente sólo junto a Di María, el único jugador que puede sostener el ritmo de la estrella lusa. El segundo y el tercer gol son una delicatessen del balompié. En el 3 a 1, una quirúrgica asistencia de Di María terminó con un control orientado de Higuaín para regatear al portero y luego definir con delicada precisión sobre la línea de cal. El tercero tuvo a los mismos protagonistas, pero esta vez culminó con una estética vaselina que dejó sin posibilidades al meta visitante. La cuenta la cerró Kaka con un disparo con rosca marca de la casa, a pase de Cristiano, que en su partido cien volvió a ser noticia por sus asistencias más que por sus goles. El madridismo aplaude con énfasis esta faceta del portugués.
Las malas noticias para el Madrid siguen siendo el tándem Kaka-Özil, que no termina de cuajar en el rectángulo verde. El carioca está recuperando la forma, pero el alemán sigue diluido en la banda y no encuentra la manija para retomar su antigua posición de interior, donde jugaba en su juventud. Sería un pecado sacrificar a uno en detrimento de otro, puesto que ambos son excelentes peloteros. Sólo nos queda la esperanza que Mou encuentre la clave para combinar a los dos jugadores con más clase de la plantilla. Mientras tanto, esperaremos con ansias la siguiente batalla de nuestros vikingos, el martes nuevamente en el Bernabéu contra el Lyon por Champions League.
Premio Di Stefano - Gonzalo Higuaín: El Pipita marcó su segundos hat-trick consecutivo en Liga, el 6º jugador del Madrid en la historia en lograrlo. Esto demuestra el excelente estado de forma en el que se encuentra.
Premio Tuercebotas - Özil: Mesut no está y eso se nota. Posiblemente sea causa de los partidos con Alemania, su vida personal o sencillamente la nueva demarcación a la que está sometido, pero este Özil no es el Özil que nos deslumbró la anterior temporada.
Premio Stoichkov - Delgado Ferreiro: Con sus aires de soberbia en el campo, provocó al madridismo un ataque de nervios con sus decisiones absurdas. Se tragó el penalti más escandaloso que recuerdo en años, comienza a sacarle tarjetas amarillas a los visitantes por tonterías cuando el partido ya va 2-0 y ha desquiciado a los jugadores merengues con faltas inexistentes. Una vergüenza.
Premio Redondo - Cristiano Ronaldo: Nuevamente, el jugador que más clase ha dejado en el terreno de juego fue CR7, con dos asistencias y participación constante en la generación de juego. Siempre fiel al estilo de Fernando Redondo, tiró una rabona con 4-1 en el marcador que los béticos le recriminaron. Comed pasto, burros.
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