lunes, 7 de febrero de 2011

Contracrónica Real Madrid-Real Sociedad: Los cuatro fantásticos

Los blancos se impusieron cuatro a uno y fueron un rodillo ante una Real Sociedad estéril. Adebayor, Kaka, Özil y Cristiano marcaron las diferencias. Nuevamente a siete del líder.

Por Pablo Calvo



El Real Madrid se despertó del letargo y descansó de las victorias comprometidas, de esas que desfondaban al equipo hasta el minuto 90, alzándose victoriosos cómodamente contra los donostiarras. Los blancos desataron su furia contra una pobre Real Sociedad de la que todos esperábamos más, teniendo en cuenta del correcto partido que hicieron contra los madridistas en Anoeta y lo difícil que se lo pusieron.

La verdad es que los de San Sebastián empezaron con mal pie y ya en los primeros minutos el Madrid los dominó de cabo a rabo. Incluso antes del primer gol, el de Kaka al minuto 7, los locales ya habían contado con alguna que otra ocasión clara. Fue finalmente el brasileño quien rompió las tablas con un preciso toque de zurda al coger un rebote de la zaga. El tanto vino por una delicada combinación de pases en la banda derecha entre Özil, Arbeloa y el mismo Kaka.

Y es que los merengues jugaron un partido excelente, de esos que hacía algunas semanas que no disfrutábamos. El último buen encuentro de los blancos, incluso con un resultado más o menos ajustado, fue en la ida por la Copa del Rey en el Bernabéu contra el Atlético de Madrid, en el que Özil lideró la sinfónica blanca, incluso marcando al final para completar una noche soberbia del alemán. Ayer, no fue muy diferente el guión. A pesar de un error de Casillas en un centro intrascendente, en el que el portero le bajó el balón a Tamudo y el mismo falló en el remate, el Real Madrid no sufrió sobremanera. Atacó constantemente y si no fuera por la imprecisión en la puntería de Cristiano Ronaldo, los de Mou podrían haber marcado muchos más. El delantero portugués marró muchísimas oportunidades de una manera estrepitosa. Por lo menos tres balones terminaron en el segundo anfiteatro provenientes de disparos del luso. Pero, como el fútbol es caprichoso, en sus siguientes dos ocasiones, CR7 marcó, de zurda y de cabeza. El Madrid se fue al descanso 3 a 0, jugando muy bien y con profundidad, pero sobre todo, sin sufrir.

Cuando el núcleo del fútbol, el mediocampo, funciona correctamente, este deporte se hace extremadamente más fácil para los equipos. Ayer, en este sector del campo, no desentonó nadie. Incluso algunos jugadores cuyo rendimiento estaba en entredicho, como Lass y Kaka, jugaron partidos prolijos. Mucho mejor el francés, que parecía un pulpo con sus ocho brazos acaparando el centro del campo. Recuperó muchas y las que tuvo que sacar, las sacó bien, sin brillar, pero brillar no es su trabajo. Un chapeau para el parisino. Xabi Alonso, por su parte, fue el reloj blanco una vez más, recuperando y marcando los tiempos. No fue especialmente incisivo en ataque, pero tampoco se echó de menos. Los que sí estuvieron incisivos fueron Kaka y Özil. El brasileño marcó y pudieron ser dos, si no fuera por la madera que vomitó un tiro endiablado que se sacó el 8 de la galera. Por su parte, Özil fue otra vez el motor de este equipo. No puedo decir nada que no se sepa ya. Si leéis este blog con asiduidad, sabréis que el alemán es mi debilidad. Me encanta como juega, ese juego que parece lento pero esconde un talento infinito. Mesut atesora una clase que ningún jugador en el Madrid tiene y me animaría a decir que pocos jugadores en el mundo pueden jactarse de tener.

Con el 3 a 0 en el electrónico, sólo quedaba por resolver un misterio: cuántos goles más marcaría el Madrid en la segunda mitad. No obstante, presa del cansancio o la desidia, los locales se replegaron un poco y dejaron que los realistas se animaran un poco. Los visitantes lo intentaron tímidamente, pero aún así se encontraron con un gol de carambola: un gol en propia puerta de Arbeloa luego de que Casillas parara un tiro a bocajarro de Tamudo. El gol llegó en el mejor momento del Madrid en los segundos 45, pero la victoria nunca peligró. La defensa estaba bien parada, con un Carvalho que otra vez fue una roca. Garay, su pareja en la axial, estuvo bien, salvo por la jugada del gol de la Real donde calculó paupérrimante el cabezazo y siguió de largo, dejando a Tamudo mano a mano con Casillas. La otra labor a destacar fue sin duda la de los laterales, dos de los grandes nombres de la noche. Arbeloa, muy a su estilo, estuvo muy acertado en defensa y llevó peligro al área visitante en algunas ocasiones. Marcelo volvió a su ala izquierda y ahora vemos la importancia del brasileño: le da una fluidez al juego de ataque en su banda impresionante. En la ofensiva, Marcelo es más importante de lo que parece porque lleva vértigo y da opciones de pase. Eso sí: sigue sin tener claro cuándo debe pasar y cuándo debe tirar, pero eso irá mejorando con el tiempo.

Ya para rematar el encuentro, casi al final, Adebayor tuvo su diana luego de una excelente jugada combinada entre Di María y CR7 antes. El togolés marcó con un disparo fino al lado del palo luego de que el portugués y el argentino combinaran entre ellos una serie de pases que hilaron el cuarto gol blanco. La titularidad de Benzema con este hombre: tres partidos, dos goles.

El encuentro también dejó algunos detalles exquisitos, como un alucinante caño y una rabona de Di María, e incluso una espaldinha de Cristiano, pero en esta ocasión estaba fuera de juego. Con estos dos, está claro que el espectáculo está servido.

En conclusión, podemos aseverar que el Real Madrid no jugaba tan bien desde hacía casi un mes. Pero los hombres de Mourinho se lo tienen merecido. La han pasado muy mal en la cuesta de enero y ya tocaba un partido terapéutico como este para levantar la moral y disparar la confianza. Sabemos que este deporte es de moral y la moral va por barrios. Esperemos que venga a Chamartín y se quede para siempre.

Premio Di Stefano - Özil. Muchos candidatos suele haber en partidos como éste, pero el alemán es mucho alemán. Un partido casi perfecto, si no fuera porque le faltó el gol. Pero, ¿se lo vamos a pedir también?

Premio Tuercebotas - Xabi Prieto. El capitán realista es el que lleva la responsabilidad del juego de su equipo, y ayer no existió. Desaparecido en acción.

Premio Stoichkov - Estrada. En un partido tranquilo, sin mucha tensión, Estrada propinó una fea entrada a Marcelo en los lances finales del encuentro. No obstante, las he visto peores en otras ocasiones...

Premio Redondo - Kaka. Un premio que se lo daría también a Özil, pero para no repetir, se lo daremos al brasileño. Marcó uno, asistió en el segundo de su equipo y estrelló un tiro en la madera. Creo que fue el mejor partido que jugó desde que vino al Madrid, aunque no es mucho decir...

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