miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crónica vs Milán: Asalto a San Siro. ¡Arriba las manos!

En mi última crónica, comenté que el Madrid preparaba el asalto a San Siro.

Al final el único asaltado fue el Real Madrid. Un atraco en toda regla, digna de las películas del wild wild west.

Los blancos comenzaron el partido como una topadora, como viene siendo costumbre, y digno de orgullo para nosotros los madridistas. Dominó el partido de cabo a rabo y no dio oportunidades al vetusto Milán, que sigue siendo el equipo espeso de hace dos semanas. La única diferencia con el partido que se jugó en el Bernabeu es que los rosoneris fueron más agresivos. Pero en el mal sentido de la palabra. Se dedicaron a dar patadas a destajo, sobre todo el sospechoso de siempre Genaro Gattuso. Sorprende que en la primera mitad se haya visto el trepidante número de... una tarjeta amarilla. Desde mi punto de vista, si el Milán ya jugaba con uno menos, consideraba que el colegiado le estaba haciendo precio de amigo. Sorprendente. O no, si vemos quién era dicho colegiado: Howard Webb. Para aquellos que tienen poca memoria, o deciden olvidar todo lo malo, el señor Webb es el que consideró que una patada al pecho, con clara intencionalidad, propinada por de Jong a Xabi Alonso en una final del mundo es tarjeta amarilla, luego claro de ver los tacos en los pectorales del vasco, porque el británico no pensaba ni que había sido falta siquiera. Es una desfachatez que este señor dirija partidos de Champions tan importantes y célebres como el que se jugó esta noche.

Aún así, el Real Madrid se dedicó a jugar al fútbol todo lo que pudo y le dejaron, y ello tuvo sus frutos: luego de una gran jugada de Di María, el argentino metió un sensacional pase a su compatriota, el Pipita Higuaín, quien luego de un exquisito control de zurda dispara un tiro ajustado con la derecha, batiendo a Abbiati. Eso era el minuto 45 del primer tiempo. Una primera parte marcada por los duros lances por parte de los locales, por un manotazo de Abate al cuello de CR7 quien exagera y por el fútbol ofrecido por los blancos. Los seguidores milanistas estaban desolados ante tal situación.

La segunda mitad comenzó más relajada. El Madrid regulaba y el Milán seguía repartiendo, y no caramelos exactamente. El Real Madrid estaba apático, es verdad, pero es que el rival tampoco hacía mucho para forzarle a salir de la hibernación en la que estaba sumergido. Hasta que llegó ese cambio que revoluciona los partidos: sale al campo de juego el Pipo Inzaghi. Sí, ese señor que no sabe jugar al fútbol, o no como CR7, Messi o esos cracks mundiales. Pero un señor que lleva 70 goles en competiciones europeas, que ya es decir. Es del club de nuestro ex-capitán, Raúl. Creo que el Pipo no había tocado ni un balón, aunque ya debería haber sido expulsado por un puñetazo a la nuca de Xabi Alonso, hasta que empujó el primero dentro de la portería de un nefasto Casillas. Pelotazo que cae sobre la banda derecha de la zaga blanca. Pepe sale a buscar el balón y hace una pifia OTRA VEZ. Quiero detenerme aquí, porque el rendimiento de Pepe en estos últimos tres partidos, y en la temporada en general, ha sido lamentable y siento que debería ser suplente urgentemente, para ver si "espabila". Luego de la pifia del portugués, recoge la pelota Ibrahimovic que "centra", por llamarlo de alguna manera, para que remate Pipo. Pero el centro era tan malo que no le iba a caer a nadie. Por ello, Iker Casillas decidió que era más conveniente tocar el balón lo justo para que se eleve y permita a Inzaghi marcar. Un grave error de Pepe y Casillas que le dan vida a un Milán que no tiene absolutamente nada.

El Madrid intentó frizar el partido, tocando irrelevantemente en el medio campo y lo lograba hasta que un pase de Gatusso habilita a Inzaghi, que paradójicamente no estaba habilitado en claro fuera de juego, que bate de nuevo a un poco lúcido Casillas que salta sin sentido y el balón le pasa por debajo. Si conociera a Pipo Inzaghi se daría cuenta que no tiene la habilidad ni agilidad, que ya tiene 37 tacos, para tirarle un vaselina a nadie. Este señor mete goles como los mete: empujando el balón. Que tiene su mérito, pero seamos realistas... este jugador solo puede meter goles si las defensas tibias y con errores se lo permiten. Y eso fue la defensa del Madrid esta noche.

Luego el Milán se dedicó a hacer lo que mejor hacen los equipos italianos: defender con 20 jugadores y los utileros, y a ensuciar el partido. Y lo lograron, porque se veía a un Madrid fuera de quicio. Mourinho se la volvió a jugar con un cambio arriesgado: Pepe (gracias a Dios) por Pedro León, que volvió a cuajar un gran partido para lo poco que tuvo. El cambio conllevo a que el Madrid ataque más y el Milán se dedicará ya descaradamente a defenderse, punterazo a los atacantes y ver si la pueden retener la mayor cantidad de tiempo posible. Pero tengo que repetirlo en todas mis crónicas, porque es una gran verdad: a este Madrid no se le puede aguantar los embates todo el tiempo. Tanto va el cántaro a la fuente que...

Luego llegó el cambio de Benzema por Higuaín, que le dio más frescura al ataque con piernas frescas. Y precisamente de estos dos sustitutos llegó el empate. Soberbio pase de Xabi Alonso entre línas a Benzema que controla el balón, se gira y ver el hueco en la defensa. Pedro León la pide ahí y el pase cortado cae en los pies del murciano que bate al cancerbero milanista entre las piernas. Locura en el festejo del gol, en el que se fundieron en el abrazo hasta los suplentes. Mourinho lo festejó con todo y rápido fue en busca de Albiol, que reemplazó a Ózil, de pésimo partido y van dos seguidos, para reamar la defensa.

Así concluyó el partido, con un gol en el minuto 94 que le da el merecido empate. Y podría que el fútbol es casi justo, porque si fuera justo completamente el Madrid debería haber ganado este partido claramente. Si no fuera por el árbitro, los jueces de línea y los tontos errores de Pepe y Casillas, estaríamos hablando de una noche mágica en la que se rompió una maldición.

Para culminar, voy a dar los mejores y peores jugadores del partido. El mejor, es muy difícil determinarlo, porque el equipo de Chamartín ha sido bueno en bloque, no individualmente. El mejor del primer tiempo fue claramente Di María, pero se diluyó en el segundo. En el segundo diría que el mejor ha sido o Khedira o Marcelo. También vale destacar la gran tarea silenciosa de Xabi Alonso y de Sergio Ramos, impecables en defensa y en ataque. También hablaría muy bien de Carvalho, que cada vez me gusta más. El peor ha sido claramente, y nuevamente, Pepe. El portugués no da pie con bola y necesita que lo sienten para que se despierte o el Madrid va a sufrir mucho con él. Los recambios han jugado muy bien y con mucha intensidad, lo que es algo realmente bueno para el bien de la plantilla.

A pesar del robo, los merengues se han llevado un empate de Italia y, salvo desgracia absoluta, deja sellado el pase a octavos. Habrá que ver cómo se desarrollan el partido en Madrid contra el Auxerre y la visita a Holanda contra el Ajax para determinar el desenlace de este grupo G. Pero por ahora, habrá que pensar en el importantísimo partido que nos espera este fin de semana: ¡contra el Atlético de Madrid, en el derby de la capital española!

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