Estimado Jose Mourinho:
Permítete que te tutee, porque entre los madridistas de corazón nos tratamos de tú. Creemos que el respeto está en la honestidad, la franqueza y la casta, y no en una burda conjugación de verbos y vacíos pronombres. Espero que algún día puedas leer esta misiva y te des cuenta de lo importante que resultas para el Real Madrid. Y sin pudor creo que hablo por todo el madridismo militante cuando asevero esto.
El Real Madrid, club legendario que ha ganado más que ningún otro durante el siglo XX, ha pasado por muchos años de crisis antes de que llegaras tú. Desde una transición de equipos que tenía al vestuario como devastado y viciado, hasta presidentes que amañaron elecciones para hacerse con el poder de nuestro bien amado club. Sé que en estos momentos debes estar dolido por la traición de unos malagradecidos que se autodenominan “madridistas” y acuden con más odio que buena voluntad a nuestro santuario futbolístico. Estos señores de poca memoria y menos vergüenza parecen no recordar que tú y tu equipo han hecho campeón a un Real Madrid que hacía 18 años que no salía campeón de Copa, batiendo incluso al tan vanagloriado como ruin Fútbol Club Barcelona. Esos aficionados merengues se olvidan que el Real Madrid caía eliminado en Copa contra equipos como el Real Unión o el Alcorcón, de Segunda B, haciendo pasar el mayor de los ridículos a la afición blanca. Se olvidan también estos desmemoriados que el Real Madrid sucumbía sistemáticamente en octavos de final contra equipos de menos talla e historia, a veces incluso humillados después de que nuestro presidente se mofara de ellos. Tú, de golpe y plumazo, has cambiado una historia nefasta en nuestra máxima competición por un sueño más realista de la Décima. Tú, en un año, has dado vida y esperanza a un madridismo alicaído, afectado por los ridículos que se fraguaban temporada sí, temporada también.
La afición, desde tu llegada, está más unida y las fracturas que existían antes casi han desaparecido. Siguen habiendo asperezas, pero se están limando paulatinamente como tú limas las asperezas tácticas y técnicas de nuestros grandes jugadores. Que algunos mentecatos te piten no quiere decir que te pita el madridismo, como la vil prensa intenta comunicar a los borregos que malgastan su dinero en veladas lobotomías escritas en panfletos propagandísticos. Los cien individuos que te pitaron no merecen el fútbol que despliega nuestro equipo, de ataque vertiginoso y férrea defensa. Nuestro presidente confió en ti para que nuestro equipo vuelva, como exige la historia de nuestro distinguido escudo, a competir con los mejores, y a velocidad de relámpago, has hecho de nuestro club uno de los dos mejores equipos del mundo. Tu labor nos hace sentir orgullosos una vez más, luego de tantos años de oscuridad.
Quiero que sepas que nosotros nunca te daremos la espalda. Lucharemos las batallas que tengamos que luchar para defenderte. Iremos contra la prensa, si hace falta, atacando lo que más les duele: su margen de beneficios. Combatiremos en las Termópilas del fútbol contras las hordas de nuestros rivales si es necesario. Nosotros nunca te abandonaremos a la deriva y a los tiburones de la canallesca o sus despreciables lacayos. El madridismo fiel es tu escudo y tú eres nuestra espada en el campo de batalla. ¡Lidéranos a la victoria, General!
Desde lo más profundo de mi blanco corazón,
- Pablo Calvo
Editor de MenteEnBlanco, http://menteenblancomadrid.blogspot.com/
Suscribo todo lo que has dicho.
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