lunes, 10 de enero de 2011

Contracrónica Real Madrid-Villareal: Cristiano 4 – Villareal 2

Por Pablo Calvo

El Real Madrid se alzó victorioso una vez más en un partido áspero, mucho más trabajado de lo que refleja el resultado y de los que muchos seguramente esperaban antes del mismo.

El equipo blanco regaló la primera parte, con una defensa desbaratada y un mediocampo perdido y a la deriva. La primera impresión del tándem Carvalho-Albiol fue negativa. A los 30 segundos ya dio disparó las alarmas el Villareal y luego, en las dos siguientes jugadas de ataque, llegaron los goles del conjunto valenciano, que sin paliativos fue el único equipo en el campo durante los primeros 45. En la primera diana, Albiol sale de la cueva a la caza de Rossi y dejó el hueco en la defensa, para la entrada de Cani, que encontró el pase perfecto del italiano, y finalmente poder marcar. En el segundo, Albiol queda enganchado y habilita a Ruben, que anota a placer frente a un Casillas que tardó un poco en salir y quedó a media salida. Si a estos errores defensivos le sumamos que Lass, el encargado de la recuperación en el círculo central, llegó a destiempo a la marca las dos veces, podemos ver como resultado dos dianas de los de Garrido. La defensa local, escalonada muy mal y desincronizada para tirar los fuera de juego, fue el demérito del Madrid para facilitar la tarea ofensiva de un excelente Villareal.

La presión de los merengues en la primera parte fue rematadamente mala, rozando el insulto. Los tres de arriba presionaban mal, especialmente Benzema, y los centrocampistas no daban abasto con las subidas de los laterales amarillos y el control que tenían Bruno y Borja, apoyadas por los anteriormente citados laterales y Cazorla y Cani, sobre la medianera. Los 25 metros vacíos que habían justo delante de la defensa madridista fueron aprovechados fructuosamente por el submarino amarillo. El resultado fue evidente: el Villareal destrozó literalmente al Real Madrid en los 45 minutos iniciales y fue un auténtico milagro que el conjunto de Mourinho no se fuera al descanso por debajo en el marcador. Si esto no ocurrió fue expresamente por un magnánimo Cristiano Ronaldo, que aprovechó las pocas jugadas en ataque claras del Madrid en la primera parte para empujar el balón dentro de la portería de Diego Lopez y que, convencido por Xabi Alonso, cabeceó dentro del área chica el centro desde el costado izquierdo del área grande del tolosano.

En el entretiempo, Mourinho retocó el equipo, agraciado por la suerte de irse a los vestuarios con el choque en tablas, y barnizó el centro del campo. El cambio se antojaba obvio para todos y también lo fue para el míster: Khedira por Lass, para arreglar los desmadres del francés. El alemán dio mucho equilibrio al mediocampo madridista y la presión mejoró mucho, sobre todo por el aporte de los laterales que subieron para hacer los marcajes más arriba y presionar más efectivamente la salida del Villareal. También fue determinante que el equipo de Vila-Real, esa tempestad amarilla que evaporó a los blancos en el primer tiempo, salió en la segunda parte como una leve brisa, muy replegada y preocupada por no perder en lugar de por ganar el encuentro, como buscó con tan buenos resultados en la primera mitad.

Los cambios tácticos dieron su fruto y el once de Mourinho dominó totalmente el partido a partir de los 10’ del segundo tiempo. El Madrid insistía y golpeaba con su martillo una y otra vez. Benzema, en dos ocasiones, no logró culminar lo que podría haber significado la remontada blanca. Otro aspecto a tener en cuenta fue el coraje del entrenador luso cuando quitó a Albiol para dar entrada a Kaka. Un cambio ultra ofensivo que abrió el encuentro aún más para sus pupilos. Es más, fue el brasileño el que envió el centro que ocasionó el tercer gol del Madrid y de Cristiano Ronaldo.

Por su parte, las incomprensibles variantes tácticas que introdujo Garrido fueron muy posiblemente la razón de su debacle. Arriesgadas también, pero de un talante diferente a lo que proponía Mourinho. El entrenador del submarino amarillo seguramente sabía las consecuencias de reemplazar a Cani y Ruben por dos defensas, Oriol y Musacchio. Sabía seguramente que si el Real Madrid marcaba el tercero, sería muy difícil volver a marcar para meterse en el partido. Quizás era lo mejor para apuntalar las trombas blancas, pero su jugada reportaría difícilmente buenos resultados. Y así fue. Podríamos afirmar entonces, con toda severidad, que el partido se lo llevó el entrenador que mejor hizo su trabajo y el que mejor dinamitó la obra de su rival.

El colegiado Fernández Borbalán también fue importante en el resultado y el transcurso del partido, tragándose un fuera de juego de Cristiano Ronaldo en el tercer gol, aunque era muy difícil de ver en vivo. También fue muy permisivo con el Villareal, que debería haber tenido un expulsado en el partido, Ángel. También hubo entradas muy duras de los jugadores de amarillo que no vieron tarjeta alguna. Y estamos hablando de entradas a la altura de la rodilla e incluso del fémur. Garrido y Cani fueron expulsados. El primero por protestar de manera excesiva el tercer gol del Real Madrid y el segundo por lanzar una botella con líquido a Mourinho mientras festejaba el gol delante del banquillo visitante, saludando a si hijo según él. Por esta acción, el luso no vio tarjeta amarilla, otro error arbitral.

En conclusión, el Real Madrid sumó otros tres puntos de oro contra un rival muy serio que comprometió la caza blanca por el liderato. No obstante, la pizarra de Mourinho se impuso a la de Garrido y es por eso que el equipo blanco cuajó una gran segunda parte en contraparte a la espléndida primera mitad del Villareal.

Premio Di StefanoCristiano Ronaldo. Partidazo completísimo del luso. El hat-trick perfecto (uno con la zurda, otro con la derecha y uno de cabeza), asistencia en el gol de Kaka y una daga permenente en la zaga amarilla.

Premio TuercebotasLass. Este premio se lo tiene merecido el francés por dar un penoso rendimiento en los 45 minutos que jugó y luego por retirarse del campo antes de que termine el partido. Patético.

Premio StoichkovCani. Luego de jugar un gran partido, el de Zaragoza fue protagonista por su expulsión una vez en el banquillo de suplentes por lanzar una botella de agua a Mourinho.

Premio RedondoÖzil. Mesut jugó un partido de dandy. No corrió mucho, pero su constribución a la construcción del juego ofensivo del Real Madrid fue vital. De sus botas salió el pase para el primer gol blanco y luego volvió loca a la defensa visitante con sus incursiones.

1 comentario:

  1. Al Real le falta más presión pibe. Esa es la principal diferencia entre el primer y segundo clasificado de la liga. Los culardos corren, corren y corren hasta que recuperan la pelota, a ese ritmo se impone un estatus físico brutal y el madrid todavía le falta algo en de centro del campo hacia arriba. Falta ese punto de presión que, ante el patético de madrid, he podido ver, con imprecisiones en la defensa -mal tirada la linea de fuera de juego- y poca precisión en el pase para sacar limpia la bola a partir del centro del campo.

    Asi que ya se sabe, dos cosas, más presión y más precisión.

    Saludos Genio y como siempre: felicidades por la crónica, excelente.

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