miércoles, 18 de abril de 2012

Miedo al éxito

Por Pablo Calvo

Özil marcó pero estuvo muy lejos de su potencial

Una de las afecciones psicológicas que más marca a la sociedad contemporánea es el miedo al éxito. Paradójicamente sí, porque normalmente se entiende que se tiene miedo al fracaso, no al éxito, pero no es así. Esta plantilla de jóvenes promesas padece exactamente de este problemático hándicap.

El choque en la noche bávara parecía encauzado a un resultado positivo. Un empate a uno dejaba franca una eliminatoria que se antojaba más complicada de lo que realmente terminó siendo.

El Bayern München probó ser un equipo mucho más inferior de lo que prometía en el sorteo, pero que aún así logró imponerse en el resultado a un Real Madrid que fue tan fiel como infiel a su centenaria historia. Fiel porque volvió a caer en Munich, como dicta su tradición en territorio bávaro (ninguna victorias en 15 partidos). Infiel porque en ningún momento de los noventa minutos que duró el partido tuvo el oficio ni la fe inquebrantable para sentenciar un partido que se le había puesto inesperadamente de cara con el sorpresivo gol de Mesut Özil al comienzo de la segunda parte.

En lugar de aprovechar la enajenación mental que desbocaba a los alemanes, el conjunto de Mourinho decidió, para sorpresa de propios y extraños, desaparecer del rectángulo de juego. Su ímpetu y pundonor, insignias del escudo madridista, salieron volando del Allianz Arena con la gélida brisa de la primavera teutona y el equipo se ahogó en un mar de apesadumbradas mentes, con pesadas piedras que se ató él mismo a sus propios tobillos. Con las enormes rocas que representan algunos de sus jugadores, en un estado de forma deplorable y que hace saltar las alarmas hasta al madridista más optimista, fueron una carga demasiado latosa para nadar con éxito hasta la superficie. Los salvavidas que lanzó el entrenador luso desde la banda en forma de Marcelo, Granero e Higuaín, por inoperancia los dos primeros y por tardío el tercero, no fueron suficientes para rescatar a un Titanic merengue que tenía a su orquesta defensiva aún tocando pero que sabía que su destino pasaba por sufrir un inminente naufragio.

El hundimiento definitivo de las esperanzas españolas llegó cuando Coentrão, en su único fallo, perdió un mano a mano con Lahm, y un centro que debería ser fácilmente evacuado por el portero terminó siendo empujado al fondo de las mallas por un Mario Gómez que es tan goleador como inútil conduciendo el balón. El dos a uno terminó por hacer volar por los aires a la joven e incrédula plantilla blanca, carente de los éxitos deportivos y, por ende, desapropiada de ese plus de confianza y amor propio que cuentan otros equipos con más talante futbolístico: cuando los madridistas se den cuenta que son tan buenos como cualquiera, su fútbol no tendrá techo.

De todos modos, debemos tener siempre presente que con un uno a cero el Real Madrid volverá a Munich en mayo, cuando haga menos frío y haya más verde en la gris ciudad alemana. Asimismo, los muchachos del Bayern deberían tener en cuenta algo igual de importante si pretenden sacar petróleo de nuestro feudo: 90 minuti en el Bernabéu son molto longui.


Premio Di Stefano - Franck Ribéry: el francés jugó un partido correcto, pero fue el tuerto en el país de los ciegos. Pasó más tiempo en el suelo que de pie, pero cuando se decidió a jugar al fútbol causó muchos problemas a Arbeloa.

Premio Tuercebotas - Iker Casillas: Le tiraron cuatro veces a puerta y le metieron dos goles. En el segundo gol le rematan casi en la línea de gol, algo inadmisible para un portero que aspira a ser campeón de Champions League.

Premio Stoichkov - Howard Webb: Excesivamente protagonista del encuentro, amonestó a seis jugadores madridistas, dos de ellas EN LA MISMA JUGADA, algo nunca visto en la historia del fútbol.

Premio Redondo - Pepe: El pulcro partido del central luso mantuvo en vilo a un Bayern München que no encontraba la llave para perforar la zaga blanca. Al final, y de tanto ir el cántaro a la fuente, terminó por romperse, pero Pepe mantuvo su nivel hasta el final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Madridismo, este blog es vuestro. Dejad vuestras impresiones porque leemos y respondemos todo. ¡MenteEnBlanco es propiedad del madridismo y de nadie más! ¡Participad! ¡Hala Madrid!