Análisis: El Real Madrid de Ancelotti, presente y futuro - Parte 3: Futuro

El futuro del Real Madrid tiene nombre propio: Gareth Bale

Culminado el tedioso y mareante mercado de fichajes, la polvareda que levantó el mismo en la plantilla del Real Madrid por fin se ha asentado. La irrupción en escena de Gareth Bale y las fugas last-minute de Özil y Kaká abren nuevos panoramas en el horizonte merengue, aunque permanecerá la idea conceptual del juego que venimos viendo en los tres primeros partidos de Liga. El abanico de opciones que baraja Carlo Ancelotti es más bien amplio. Todo apunta a que optará por su ya utilizado 4-3-3.

La vapuleada defensa no ha sufrido demasiada metamorfosis: sigue en estado de pupa y no será mariposa hasta entrada la temporada. A pesar de uno de los mejores fichajes que podría hacer el Real Madrid en el mercado estival: Fabio Coentrão. Los madridistas preocupados por las curvas de evolución estamos de enhorabuena pues el portugués seguirá en la disciplina blanca por lo menos hasta invierno, dándole recambio a un siempre irregular Marcelo. A pesar de que el brasileño es un jugador mágico e irreverente, hay feudos en los que hay que presentarse con un lateral izquierdo, no con un festival de colorida pirotecnia. En la banda derecha, el talón de Aquiles de este Real Madrid, tenemos a Arbeloa y Carvajal que se conmutarán dependiendo del rival que haya enfrente. Álvaro ofrece la solvencia, la sobriedad, el rigor táctico y la presteza de un espartano veterano. Por su parte, el joven Daniel tiene la capacidad de levantar el balón después de doblar al extremo. Menos expeditivo, pero mucho más punzante a la hora de perforar la espesa armadura del enemigo.

El centro del campo, repleto de trabajo y fantasía, será hábitat de Modric y Khedira/Xabi Alonso, con un enchufado Isco por delante para asociarse con los tres mosqueteros del frente de ataque. No obstante, la salida precipitada de Mesut Özil puede ser una de las incógnitas en el futuro blanco, aunque el rol de creación puede estar más que cubierto con el malagueño y el croata. Cabe recordar la presencia de Illarramendi en la plantilla, jugador que ha pasado desapercibido en el estruendoso ruido que ha generado el esperadísimo fichaje del galés Bale. También hay que tener en cuenta la confirmación en la primera plantilla de Casemiro, la gran sorpresa (grata) de la pretemporada.

La velocidad del ataque blanco es sólo comparada a una carrera de 100m de Usain Bolt: cuenta con 2 de los 5 futbolistas más veloces del mundo. Los galopes de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale sugieren que Ancelotti prescindirá del fútbol horizontal en el centro para darle vértigo a las estampidas blancas. Benzema, quizás la antítesis del fútbol directo de los dos velocistas que tiene a sus flancos, completará la triada que reportará la mayoría de los goles madridistas. Preocupa la ausencia de pretemporada de Bale, algo que evoca el caso Modric del año pasado, donde el mediocampista tardó hasta seis meses en coger el ritmo de competición. Sin embargo, el físico del galés, potente y recio, no se asemeja al delgado y pequeño del croata. Habrá que ver la evolución del extremo y cuánto tardará su adaptación al fútbol español.

La alineación quedaría, por tanto, en:

PO: Diego López/Casillas (veremos hasta dónde puede Ancelotti echarle el pulso al de Móstoles)
DEF: Arbeloa/Carvajal, Pepe/Sergio Ramos, Varane, Marcelo/Coentrão
MED: Modric, Khedira/Alonso, Isco
ATA: Cristiano Ronaldo (izquierda), Benzema (centro), Gareth Bale (derecha)

Los recambios que disfrutará el Real Madrid son un auténtico lujo. Ángel Di María, los citados Illarramendi y Casemiro, así como el voluntarioso Morata están entre ellos, lo que provee al conjunto de Chamartín un fondo de armario del que pocos equipos del mundo pueden fardar.

Veremos cómo evoluciona el equipo de Carlo Ancelotti y cómo madura el italiano en el banquillo blanco. Sabemos que este asiento, junto con el sillón de Obama en la Casa Blanca (no es coincidencia el nombre), es el más complicado de llevar del mundo. Los focos del planeta fútbol te apuntan violentamente a los ojos, mientras las hienas de la prensa deportiva y el antimadridismo casposo venden tu piel a los intereses más desleales. Dura tarea tiene el de Reggiolo por delante, al igual que los jugadores, que le deben mucho más de la cuenta a la afición. ¿Podrá la plantilla redimirse luego de la floja temporada que cuajaron el año pasado a los mandos de Mourinho? Sólo el tiempo lo dirá.