lunes, 2 de septiembre de 2013

Análisis: El Real Madrid de Ancelotti, presente y futuro - Parte 2: Presente

Isco está siendo una grata sorpresa que pocos esperaban tan pronto

El Real Madrid actualmente sufre un periodo de transición que está tomando más de lo que debería. Recordamos que los primeros partidos del Madrid de Mourinho pasaron con mucha pena y nada de gloria, pero el equipo transmitía el concepto de fútbol que el entrenador quería imprimir. Después de dos partidos oficiales, aún no está muy claro a qué pretende jugar Carlo Ancelotti.

Para empezar, hagamos las presentaciones. La plantilla actual del Real Madrid, a día 2 de setiembre de 2013, es la siguiente:

















































Los encuentros contra el Betis y contra el Granada se resolvieron con muchos apuros, conquistando los tres puntos más por la clase de los jugadores que por principios tácticos o conceptuales. Hubo variantes tácticas entre ellos, algo que destila la confusión que sufre el entrenador italiano. No es para menos: aún está en fase de experimentación y el conjunto merengue está en una temprana beta.

El debut en el Santiago Bernabéu fue bizarro y rememoró la clásica heróica que caracteriza al Real Madrid, aunque es un poco temprano para empezar a tirar de la épica. Salió con un 4-5-1 muy similar, en el papel, a la formación que el año pasado utilizó Mourinho. Sin embargo, tenía trampa. El centro del campo formaba prácticamente en línea y no escalonados, lo que generó demasiado espacio entre la defensa y el centro del campo: había unos 25 metros entre Ramos, central, y Khedira, mediocampista defensivo, demostrando el caos táctico que existía en el equipo. Por ahí llegó el daño que hizo el Betis. Por el juego entre líneas y por la banda derecha, donde Carvajal se vio muy perdido y fue superado, una y otra vez, por un veloz y voluntarioso Cedric. El orden del conjunto blanco en este partido fue nefasto. Khedira y Modric, sobre todo este último, lograron, mal que mal, mantener al equipo lo más entero que pudieron, pero el desastre generalizado en defensa, sólo Marcelo saltándose el guión de sus compañeros, y que los extremos, Özil y Cristiano, no corrían sin balón dio como resultado una montaña rusa de sensaciones en la que el Real Madrid sobrevivió por la culminación de un magnífico partido de Isco: testarazo después de un extraordinario centro de Marcelo, el segundo mejor del encuentro después del malagueño, y 2-1. Tres puntos y poco más.

La visita a Granada fue diferente. El experimento con gaseosa del italiano comenzó bien pero, como todos los experimentos de esta índole, acabó bastante mal. Esta vez se decantó por un claro 4-3-3 en el que las alas del ataque fueron Cristiano Ronaldo y Di María, que volvía al once titular. Benzema completó la terna ofensiva. Pero el problema llegó en el centro del campo: Özil, Modric e Isco aportaron juego técnico, pero el único que ofrecía recuperación en ese trío fue el croata, que corrió más que nadie para tapar los huecos que dejaba Cristiano, receloso de las labores defensivas desde que comenzó la temporada. A pesar de que el partido comenzó bien (1-0 en el minuto 10 y con buen juego combinativo), los blancos fueron de más a menos, exactamente todo lo contrario que debería hacer un equipo que aspira a ganar todo. Nuevamente se posaron en el banquillo merengue esas sombras de no saber a lo que estamos jugando. ¿Es fútbol de toque, de control, con Özil e Isco, acompañados por Luka para mejorar la circulación y salida del balón? ¿O acaso jugamos con velocidad, aprovechando las flechas número 7 y 22 del equipo? Muchos dicen que Özil e Isco son una buena dupla para la medular merengue. Yo no puedo estas más en desacuerdo. Si bien el alemán y el español son complementarios, la repercusión táctica y física que recibe el equipo es un bagaje demasiado pesado para cargar durante 90 minutos. No fue casualidad que el ingreso de Casemiro le haya dado más equilibrio a un equipo que había perdido el norte de mediocampo hacia atrás. Modric no es un futbolista puramente de recuperación: necesita estar en tándem con un jugador del corte de Khedira, un pulmón que tapa los baches y achica agua como ninguno en la plantilla. Isco corrió hasta donde le dio el físico (posiblemente corrió más en 90 minutos que en toda la temporada anterior en el Málaga), pero Özil sigue desaparecido, Cristiano Ronaldo sigue refunfuñando y Benzema muestra su ya clásico pasotismo y desidia que se está volviendo una preocupante constante en el francés.

El presente del conjunto de Carletto es agridulce. Tácticamente es un desastre, los conceptos generales no están totalmente adaptados, físicamente aún tienen que mejorar y hay que encontrar una estrategia que potencie a nuestros jugadores. Afortunadamente, el italiano es un entrenador impresionante y estoy seguro que corregirá estos fallos. La parte dulce es que la plantilla actual del Real Madrid tiene talento para parar un tren y los jugadores jóvenes como Isco, Bale, Di María, Varane, por citar algunos, son mucho más adaptables y se amoldan mucho mejor (y más rápidamente) a nuevos modelos.

Una vez culminado el periodo de fichajes, desde MenteEnBlanco intentaremos echar luz al asunto y daros lo que creemos que será el 11 de gala del Madrid, su formación en el campo y la progresión de los jugadores. No os perdáis la parte tres de este análisis: "El futuro del Real Madrid de Ancelotti".

¡Hasta la próxima y hala Madrid!

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