martes, 14 de febrero de 2012

Los diez mandamientos


Los portugueses, hermanos del madridismo de raza


El Real Madrid ha ganado su compromiso del fin de semana, no sin pasar apuros, para ponerse a diez puntos por encima de su perseguidor. Para rememorar este suceso histórico (ponerse a tanta distancia del mejor equipo del mundo mundial universal), desde nuestra humilde morada hemos lanzado el decálogo de los mandamientos del templo madridista de esta temporada.

Amarás al Madrid sobre todas las cosas: Esto va especialmente dirigido para esos lumbreras que van al estadio para aplaudir a los equipos rivales y pitar a los suyos. El amor por el equipo debe ser incondicional en todo momento y hay que tener muy en cuenta que la afición blanca es el jugador número doce.

No tomarás el nombre del Madrid en vano: Algunos periodistas o madridistas toman el nombre del Real Madrid y lo utilizan como si fueran los portavoces del club. Falso. Nuestro escudo no está representado por ningún miembro de la canallesca, mercenarios a sueldo que no muerden la mano que les da de comer, como buenos perros que son, y que no saben defender a nuestro club ni a su afición. Absteneros de utilizar el infame "el Real Madrid es bla, bla, bla" porque ya somos mayorcitos y es un insulto a nuestra inteligencia.

Santificarás las fiestas: Ir al Santiago Bernabéu a ver a tu amado Real Madrid es una fiesta y debería santificarse. Eso incluye no irse antes de que termine el partido, animar a tus jugadores y el ambiente, y festejar con énfasis la victoria de tu club. Puedo entender que el partido haya terminado muy tarde (malditos horarios chapuceros que tenemos en esta Liga...), pero creo que es fundamental estar en el final para aplaudir a los once gladiadores en el centro del campo.

Honrarás a Mourinho y a Cristiano: Nuestros dos baluartes no son respetados como se merecen. Cristiano Ronaldo empezó a sentir su nombre coreado casi tres años después de su llegada y dejando récords a diestra y siniestra. A Mourinho, pitado por un sector de la afición hace algunas semanas, habría que levantarle una estatua en el medio de la Cibeles. Los aficionados que asisten al estadio deberían hacer que los lusos sientan el amor del madridismo hacia nuestros dos fenómenos.

No matarás: Este es un mandamiento que la plantilla se ha tomado muy en serio. Y es que el Real Madrid insiste en dejarse meter goles para luego remontar, como un gato que juega con su presa y le da ilusiones antes de devorárselo. Es preocupante que el equipo reciba tantos goles estúpidos, sobre todo en los primeros lances del encuentro. La defensa preocupa porque depende en demasía de Pepe, que el domingo no estuvo a su máximo nivel. Eso causó que Sergio Ramos hiciera el ridículo con una de las actuaciones más desastrosas que le recuerdo a un jugador portando la camista blanca en el Bernabéu. Hay que hacer oídos sordos a este mandamiento y matar los encuentros antes para jugar más relajados y darle minutos a una de nuestras máximas esperanzas: Nuri Sahin.

No cometerás actos impuros: Piscinazos, provocar, picar al personal. Actos impuros que el Madrid no debería copiar del Levante. El equipo levantino, imbuido supongo por los colores de su camiseta, dio un auténtico recital de teatro. Se dedicó a tirarse al mínimo contacto, a provocar a los jugadores del Real Madrid y a intentar coaccionar al colegiado. Una actitud vergonzosa que recordaba a la actuación de la primera vuelta, ganada a base de dar estopa, tirarse y causar tanganas.

No robarás: Éste habría que mandárselo a Undiano Mallenco (y muchos otros trencillas que pitan nuestros partidos en nuestro campo), que nos robó un gol legal con Benzema habilitado por un metro aproximadamente. También permitió que las exageraciones y coacciones del Levante se llevaran a cabo. Luego le dio el cargo de consciencia por expulsarle un jugador a los visitantes (bien expulsado, por cierto) y comenzó a pitar parcialmente. No quiso hacer sangro y no expulsó a otro jugador del Levante ni a su entrenador, que en un arranque de locura le quitó el brazo a Sergio Ramos cuando intentaba ayudar a Koné a levantarse. Algo nunca visto por mí.

No dirás falsos testimonios ni mentirás: El mandamiento que la prensa madrileña, que no madridista, profana constantemente. También los levantinos, que aparentemente sugieren que Undiano ha pitado todo a favor del Real Madrid. Imagino que en caliente se puede proferir este tipo de tonterías. Seguro que cuando vean una repetición del partido se darán cuenta que han cometidos errores de Tercera Regional y lo han pagado caro. Por su parte, los falsos testimonios y mentiras lanzados desde la prensa para desestabilizar al Real Madrid no son pocos. Por el momento, nuestros jóvenes han sabido mantenerse casi impermeables a ellos, pero la sección jurídica del club debería ponerse manos a la obra para detener de una vez por todas las injurias que profetiza la canallesca todas las semanas.

No consentirás pensamientos ni deseos impuros: El madridismo debería olvidarse de pensamientos impuros como el pseudo-señorío y el españolismo exacerbado. Concentrémonos en nuestros excelsos jugadores y en el mejor entrenador del mundo, que se sienta en nuestro banquillo y tiene su despacho en Valdebebas. Desear a los Micheles o canteranos mediocres por el simple hecho de ser españoles de Madrid es sencillamente un enfoque incorrecto de lo que es el madridismo más primogenio. El madridismo es como el capitalismo: no le importa si eres gordo, flaco, negro, blanco, amarillo, gay o heterosexual. Si eres español, argentino, ecuatoriano, francés o somalí, nos da absolutamente, no hacemos seleccionismo racial tampoco. Lo único que pedimos es que des todo, absolutamente TODO, por nuestro escudo. Y mientras lo hagas, te recibiremos en nuestra afición con los brazos abiertos. No hacemos distinciones con madridismo de primera o de segunda, como hacen en otros clubes. Aquí nadie es más madridista que otro, pero nadie es menos madridista tampoco.

No codiciarás los bienes ajenos: No codiciamos ni queremos a los Messi, Xavi o Iniesta de turno. Ni siquiera a los Rooneys o Bales que la canallesca insiste en anexarnos. Nosotros tenemos a los mejores futbolistas del planeta, porque son nuestros. Los nuestros son los mejores y punto. Con dos pelotas y mucha prepotencia, porque los mesetarios somos prepotentes. La humildad se las dejamos a los del país del campanario. Asimismo, no queremos a jugadores que no sienten el escudo, por más que sean sublimes peloteros. Los que se calcen la merengue, que la lleven con honor, casta y orgullo. No se exige nada más... ni nada menos.


Premio del partido contra el Levante:

Premio Di Stefano - Cristiano Ronaldo: Después de ver este misilazo y clavar tres chicharros, ¿hace falta aclarar por qué fue el mejor del partido?



Premio Tuercebotas - Sergio Ramos: Horrible partido del central. Una falta suya, luego de haber perdido el balón tontamente, provocó el lanzamiento que ocasionó el primer gol. Primer gol que viene por un error suyo de alevín al peinar hacia atrás un centro. El resto del partido se lo vio perdido y cometió errores repetidamente. Debió ser expulsado también.

Premio Stoichkov - Ballesteros: No es difícil de adivinar. Ballesteros es, posiblemente, el jugador más guarro de la Liga española. Y para ser el más guarro en el Levante, hay que ser muy, pero que muy guarro.

Premio Redondo - Mesut Özil: El teutón volvió a dar una lección de fútbol de salón. Su elegancia es inigualable y nos regaló una jugada de antología que acabó con un remate en el palo. ¡Qué pena! Aquí hay algunas de sus mejores jugadas en el partido. Si os dais cuenta, son todas encarando de frente a portería que es como hace más daño, como decíamos aquí en Mente en Blanco.

2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias, Juan! Me encanta saber que a la gente le gustan las entradas del blog y comentan en ellas. ¡Esto, al igual que el madridismo, lo hacemos entre todos!

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