lunes, 28 de febrero de 2011

Contracrónica Deportivo-Real Madrid: Caprichos deportivos

Por Pablo Calvo

El equipo blanco fue un ciclón por momentos, pero Aranzubía y los postes le negaron el más que merecido triunfo. El Deportivo puso el autocar delante de la portería y Casillas fue un espectador más. CR7 está fundido, Ramos fue un desastre y Benzema falló ocasiones inexplicables nuevamente.



El Real Madrid volvió a perder puntos y a alejarse del Barcelona. A siete puntos, los de Mourinho se retiraron nuevamente de terreno ajeno con un resultado negativo para sus intereses y fue otra vez contra un equipo que está por debajo de los 10 primeros en la tabla, que es lo más grave.

Riazor fue una fortaleza contra el Real Madrid durante los últimos veinte años y mientras que los ya lejanos taconazos de Guti ahuyentaron momentáneamente esos fantasmas, la maldición volvió a caer sobre el madridismo. No por fútbol, como en la época del Super Depor, sino poniendo el autocar delante de la portería de Aranzubia y con diez jugadores por detrás del balón, corriendo detrás de él. Y si se la colaban por la ventana del bus, ahí estaba el guardameta local para evitar la catástrofe. El planteamiento de Lotina fue bueno, pero más que de méritos deportivistas, esta vez podemos plenamente echarle la culpa a los deméritos del visitante, que falló todo lo que tiró, incluso algunas de manera inexplicable. Hasta la madera se alió con los gallegos, expulsando dos tiros de los merengues en la segunda parte. Cuando no hay suerte, es mucho más difícil ganar este tipo de partidos donde hay hasta 17 jugadores en sólo 25 metros de campo.

Mourinho quizás erró en el planteamiento impuesto. Quizás pensó que si bien no le iba a endosar otros seis goles al Depor, sí se le cruzó por la cabeza una victoria dosificando, con un dos o tres a cero en la primera mitad y luego congelar el partido en la segunda. Nada más lejos de la realidad. Su once inicial dilapidó la primera parte y, a pesar de que generó algunas ocasiones de riesgo que merecieron ser gol, no jugó bien. La causa quizás reside en Kaka. El carioca da auténtica lástima y desde Mente en Blanco ya no confiamos en su recuperación. Para más inri, su entrada desplaza al bueno de verdad que tenemos: Özil. El germano se ve movido a la banda para darle más margen de maniobra a Kaka y eso no hace bien al Madrid. También hay que sacar flote un tema que acecha al conjunto madridista desde hace algunas fechas ya: la crónica fatiga de Cristiano Ronaldo. El luso no puede más, está fundido, y es ya un nuevo caso Di María constatado. No está fresco, no regatea como antes, no participa en el juego y en líneas generales su rendimiento no está ni cerca del que presentó en la primera vuelta. Los laterales, de horrible partido, tampoco ayudaron mucho para desatascar la ofensiva. Sergio Ramos, lamentable tanto en defensa como en ataque, y Marcelo, poco lúcido, Si a este explosivo cóctel molotov le sumamos a la escopeta de feria de Benzema, tenemos una mistura llamada a la catástrofe.

A la vuelta del descanso, el Real Madrid salió de la misma manera que antes del mismo. Espeso, sin ideas, pero en el primer minuto un zapatazo de Cristiano casi se le cuela a Aranzubía. No obstante, la verdadera revolución blanca vino con el doble cambio que introdujo Mourinho: Kaka y Lass por Adebayor y Di María. Desconozco si fue por los revulsivos que introdujo el entrenador portugués o si fue por el cansancio de los locales, pero a partir del minuto 70, fue un monólogo absoluto del Real Madrid. Numerosas ocasiones y dos palos fue el balance final de estos veinte minutos de constante asedio contra la portería deportivista. Pero las meigas coruñesas hicieron presa del Madrid y la maldición de Riazor comienza nuevamente.

Como decíamos antes, el planteo de Mourinho, con un Kaka libre, Özil más tirado a la banda por el desplazamiento ejercido por el brasileño, y un Cristiano Ronaldo dinamitado físicamente quizás no fue el más acertado para un equipo que proponía guerra y sólo guerra. No es casualidad que el germano levantara su nivel con la salida del brasilense. Al tener más espacios para utilizar, Mesut sube su rendimiento y el juego del Madrid fluye mejor. El tándem Lass-Xabi está comprobado que no funciona y sorprendió que tardara tanto en sacar a Granero, que ingresó en la recta final del partido por Marcelo, para generar un poco más de profundidad en el juego blanco. Las claves del partido seguramente pasaron por el desaparecido Kaka y la inoperancia de los laterales que jugaron mal en ataque y en defensa. Los dos mejores del Madrid volvieron a ser, nuevamente, los centrales, que cada día gustan más.

En conclusión, el Real Madrid se va de Galicia a siete puntos del líder y volvemos a estar agarrados de un clavo ya incandescente. El cerrojo de Lotina fue inquebrantable para Mourinho y le da alas a un Deportivo que pone más ganas de quedarse en Primera que fútbol. Resta solamente ver si la vuelta de Pellegrini al Santiago Bernabéu le dará una alegría a los de Concha Espina o si bien los alejará más del liderato de la Liga.


Premio Di Stefano - Aranzubía. El artífice de la "victoria" del Deportivo.

Premio Tuercebotas - Ramos. Sergio Ramos está haciendo unos partidos de pena. Que vuelva Arbeloa.

Premio Stoichkov - Di María y Laure. Laure le da a Di María, Di María le da a Laure. Ese es el resumen de la relación entre el extremo y el lateral.

Premio Redondo - Vacante. Un partido sin elegancia en absoluto.

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