Apuntes Levante-Real Madrid: Los "Pavones", un fiasco

Por Pablo Calvo

El partido no merita análisis intenso posible, dado que sobraron 90' de eliminatoria aquí. El 8-0 definió el pase a cuartos de manera resolutiva y lo que vimos ayer en el Ciutat de Valencia fue un mero trámite.

No obstante, esto significaba una oportunidad de oro para ciertos futbolistas del Real Madrid. Una oportunidad de reivindicarse y demostrar de una vez por todas que están listos para más. Sin embargo, y muy a nuestro pesar, la baja intensidad con la que se jugó el partido quizás afectó a los jugadores, contagiados por el pasotismo.

Al ver el choque con la misma baja intensidad, no me aventuraré a hacer mi habitual contracrónica. Por el contrario, voy a dejar los apuntes que saqué en claro la víspera de hoy sobre el paupérrimo encuentro que jugaron los "pavones" de este Real Madrid modelo 2011.

La vuelta de Gago, un fracaso: Volvió Gago luego de tres meses y sigue igual que antes. El medicampista argentino no ofreció mucho en la medianera y es por eso que el Levante dominó un poco más el centro del campo, todo lo contrario a lo que pasó en la ida en Madrid.

Benzema, desaparecido en acción: Una vez más, visto que esto ya no es novedad para nadie, el francés no hizo nada. Nada de nada. Normalmente ya de por sí es muy pasota, era obvio que en un partido así lo sería aún más, si cabe.

Arbeloa, segundo partido nefasto: Arbeloa cuajó otro encuentro muy malo. Esperemos que vuelva a la normalidad pronto, porque con la lesión de Pepe posiblemente Mourinho recurra a él más de una vez.

Canales, puro ahínco: El ex-Racing fue todo devoción, pero poca acción. Ni hablar de fútbol, que no hizo nada. También hay que remarcar que, igual que Gago, llevaba mucho tiempo sin jugar y eso se nota mucho.

Juanfran apunta maneras: Me gustaron los pocos minutos del canterano, que ingresó por Mateos que terminó con los gemelos a la altura de la cintura. Esperemos ver al del Castilla mucho más en los próximos meses.

Kaká, el jugador número 12: Ayer el brasileño demostró que tiene mucho fútbol que dar aún. Jugó la última media hora y transmitió buenas sensaciones. Aguardemos y recemos para que vuelva a su mejor nivel pronto, porque el madridismo lo necesita como el comer.

Granero, el único que no suspendió: El ex-Getafe jugó un buen partido y fue el único de los titulares de ayer que se salvó del suspenso. Éste, junto a Pedro León, son tal vez los hombres número 13 y 14 de este conjunto madridista.

Los jugadores del Levante, pasados de revoluciones: Mucho teatro y mucha leña por parte de los levantinos, que no se enteraron que el partido estaba resuelto desde hacía una semana, cuando visitaron el Bernebeu y se llevaron 8 goles. Entradas duras, simulaciones de agresiones, piques, trifulcas. Vamos, lo mismo que hicieron en el anterior partido de Liga en el que el Real Madrid los visitó...

Ballesteros, el Valdes granota: Ballesteros increpó a Mourinho y algunas lenguas dicen que hasta lo cogió del cuello, emulando al campeón del mundo y portero culé Victor Valdes en aquella noche de primavera en la que hacía tanto calor que el jefe de campo del Nou Camp decidió activar los aspersores para que los futbolistas del Inter se refresquen. ¿La razón? Poner a Pepe a calentar antes del entretiempo. Claramente una vil treta del portugués para vacilar a los jugadores y aficionados del Levante... Ya va siendo hora que alguien levante la voz en el club blanco y ponga a caldo a este tipo de calaña que cree que contra el Madrid todo vale. Por supuesto, Di María le dice algo a sus compañeros y parece que el argentino violó a una virgen. El doble rasero ya comienza a oler mal, muy mal.

Las bancadas del Levante, invitando a Mourinho a ir al cielo: Qué generosos los levantinos. Tuvieron la cándida idea de decirle a San Pedro que venga a buscar a Don Jose para que se lo lleve al cielo y viva apaciblemente allí, junto a las otras estrellas del fútbol que nos dejaron anteriormente. Pero eso sí, cuando los truhanes del Bernabeu gritan "a segunda, oe", eso sí que hay que cesarlo, machacar con ello y, por lo menos, cerrarles el estadio y hacerles pagar multa. Habráse visto...

No puedo más que decir cosas malas del 11 blanco que enfrentó ayer al Levante. Falta de intensidad, de motivación y un pasotismo alarmante. Lo peor es que, para los que jugaron ayer, esto no significaba un partido más de eliminatoria. Para ellos era un partido que había que ganar, para demostrarle al míster que pueden estar en el once inicial de un partido de Champions o un choque decisivo en Liga. Pero, muy a nuestro pesar, la mayoría de los señores que fueron alineados y saltaron al campo ayer por la noche no podrían hacerlo. Y ese es el gran problema que tiene el Real Madrid para afrontar lo que queda de temporada.